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jueves, 11 de abril de 2013

El modelito de cada día

Elegir la ropa que ponerse cada día; ese eterno dilema al que nos enfrentamos cada mañana o cada noche.
Si eres de las previsoras y te encuentras con gana de consultar el tiempo cada día, podrás elegir la ropa adecuada a la meteorolgía, junto con todos y cada uno de los complementos; este es un buen plan, pero si a la meteorología le da por hacer de las suyas y cambia de repente ahí te quedas con tu ropa totalmente desfasada en cuanto a tiempo te refieres y con cara de tonta. Aunque nos puede dar escenas divertidas; con las botas de agua puestas y un sol de justicia (y tú acordándote de la lluvia torrencial que había anunciado el hombre del tiempo) o, al contrario, con tus bailarinas perfectas, nuevas, monisimas y unos charcos en la calle que necesitarías un puente levadizo para cruzarlos (y tú, por supuesto, rezando para que salga el sol y te seque tus bailarinas nuevas)
Por otro lado, si eres como yo, te va la aventura y te encantan los experimientos de última hora con la ropa; las mañanas a veces anuncian desastre; la camisa que te va perfectamente con el pantalón que tienes puesto está lavandóse o arrugada; la falda que te va con la otra camisa está manchada, la ropa interior que no trasparenta sabe Dios dónde está y te quedan diez minutos para salir de casa.
Busca zapatos, medias, pendientes, reloj, horquillas y bolso. Lista .... ¡Mierda! El abrigo lo tengo en la lavandería ... Otro día que llego tarde.
 
Eleanor Rigby.

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